Hoy es un gran día para mí.
¿Por qué a veces nos complicamos tanto la vida cuando realmente lo que buscamos está dentro de nosotros mismos?
Creo que a todos nos llega ese momento. El momento de asumir quien soy realmente y qué es lo que hago aquí.
Enfrentarse a uno mismo es algo que a menudo solemos temer…
Es nuestra luz y no nuestra oscuridad la que nos asusta…
Cuando era pequeño siempre tuve 2 grandes pasiones, el piano y el ajedrez. Todos me decían que el ajedrez era sólo un juego y el piano un hobbie.
Pero bastaba con sentarme delante de un tablero o de un piano para ver las horas pasar…
Podía tirarme las horas muertas creando música o ideando estrategias de ataque. Pero según pasaba el tiempo e iba creciendo me decían…
La música no te va a dar dinero, estudia para tener un buen puesto de trabajo. Buuuuu «Quítate esos pajaritos de la cabeza»
Creo que este ha sido un grave error en nuestra sociedad. Hemos recibido una educación reprimida a nuestras pasiones y capacidades.
Estudié un tiempo solfeo pero a decir verdad siempre me gustó tocar de oído. Aún tengo clavada la canción que dejé sin terminar, hoy la he vuelto a escuchar…
Algo muy grande dentro de mí se ha movido. Los primeros 36 Segundos son los únicos que conseguí tocar y despedí aquella pasión para hacer lo que «se supone que tenía que hacer». Dinero para ser feliz…
Hoy estoy aquí para acabar esta canción. Para retomar aquello que me hacía vibrar. Tocar el piano.
Siempre me gustó crear música, pero como «no daba dinero» me puse a crear empresas que si lo hacía (o por lo menos eso decían) 😀
Hoy quiero dejar constancia aquí, quiero empezar a crear mis nuevos días y acabar aquello que un día abandoné. La canción de mi vida.
Por fin puedo decir que mis grandes pasiones son el Marketing, tocar el piano, y el ajedrez.
Ahora que lo pienso, quizás por eso me gusta tanto el marketing. El Marketing es estratégico como el ajedrez y creativo como tocar el piano… 😛
